Biografía: Osvaldo Soriano

"Cuando yo escribo se llena de gatos el lugar en donde estoy. Triste, solitario y final se origina en un gato", dice Soriano.

Sus pilares
 «Trabajo sólo cuando tengo ganas», solía decir porque, claro, para sobrellevar una vida aburrida y sin sentido, es necesario aferrarse a pequeños sucesos cotidianos, como si fueran sueños breves, ínfimos… un lugar frecuente donde poner el entusiasmo. La vida de este marplatense que escribió No habrá más penas ni olvido (cinco años después, en 1983, Héctor Olivera la llevó al cine) era una cuerda llena de ropa tendida sobre dos pilares: los gatos y San Lorenzo.

El exilio
Durante la dictadura se tuvo que ir, dejar todo. Estuvo en Bélgica y Francia, en un doloroso exilio que lo alejó de Argentina y su querido Ciclón. Acusado de ser peronista de izquierda, cómplice de la guerrilla y comunista, abandonó el país tras el golpe de Estado de marzo de 1976.
Él es un famosísimo escritor. Aunque el, llamado cariñosamente,"Gordo" siempre dijo "A mí me gusta más el fútbol que la literatura". 

El amor por el fútbol - Anécdota
Para entender a Soriano hay que ubicarlo en su hábitat, las redacciones periodísticas; optaba por el término periodista a la hora de definirse y no tanto por el de escritor. Fue best-seller y las universidades no le generaban demasiado entusiasmo; prefería estar en la cancha o frente a un televisor viendo un partido que dando clases magistrales en las facultades de letras. De hecho, cuando San Lorenzo se fue al descenso, estaba en París. Sábado 15 de agosto de 1981 en la cancha de Ferro, 1 a 0 frente a Argentinos, y Soriano lloraba de la tristeza: «Lo seguí desde la agencia France Press, cable por cable. Cuando Delgado erró el penal creí que se me caía Francia encima. Ahora, ¿vos te imaginás mi imagen frente a los franceses? No entendían nada: ¡un intelectual pendiente de un partido de fútbol! Me miraban raro. Al poco tiempo recibí la carta de un amigo. Decía algo cierto, que el país también se había ido al descenso y que teníamos que llevarlo a primera otra vez». 

La sala de prensa de San Lorenzo, que lleva su nombre en homenaje a él. 


Agrupación "La Soriano" 

Es una entidad, en homenaje al escritor, de hinchas y principalmente, de socios-socias refundadores ( hinchas de San Lorenzo: socio refundador es aquel que ha comprado un metro cuadrado para la vuelta a Boedo), muchos son además vecinos del barrio de Boedo. Está organización,  lo que busca principalmente es soplar más allá de los noventa minutos de lo que transcurre en la cancha, entonces hoy por hoy tiene un rol relacionado en cuestiones que tienen que ver con lo cultural, que tiene que ver con la institución, donde hacen talleres por ejemplo, referidos a la seguridad del fútbol pero no a la seguridad represiva, policial, sino con las cuestiones que tienen que ver con una sociedad violenta, machista, y que el fútbol es una de esas expresiones.
Por otra parte, también tratan de hacer actividades, no solo en San Lorenzo sino que en cualquier club que tenga una presencia territorial fuerte; dentro de La Soriano hay de todo, tienen músicos, artistas plásticos, también realizadores audiovisuales, docentes, pedagógos, sociólogos, politólogos, periodistas, abogados ( con equis, con arroba).

Su final
 De un lado la fascinación felina, del otro la pasión irracional de las emociones futboleras. La cotidianidad como totalidad: dos fugas del aburrimiento o dos reivindicaciones de la monotonía. En 1993, cuatro años antes de morir de un cáncer de pulmón cuando tenía apenas 54, escribió: «No tengo biografía. Me la van a inventar los gatos que vendrán cuando yo esté, muy orondo, sentado en el redondel de la luna». Así será; gatos azules y rojos.


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